Como parte de una política de Estado y de su plan de desarrollo hacia 2030, Cuba ha aumentado las previsiones sobre el papel de las energías renovables en su matriz energética hacia ese año. Continúan planes e inversiones en este sector. Hoy se investiga y se trabaja en la isla en proyectos relacionados con bioeléctricas, parques eólicos y tecnología solar fotovoltaica, pero también en otros campos como edificios inteligentes y vehículos eléctricos.

Hoy, el 95% de la matriz energética nacional se compone de combustibles fósiles.

La política para el desarrollo perspectivo de las fuentes renovables de energía (FRE) y el uso eficiente de la energía hasta 2030, aprobada por el Consejo de Ministros en 2014, y el Decreto Ley No. 345, “Del desarrollo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía”, en vigor desde finales de 2019, han trazado el camino y establecido vías, objetivos y regulaciones para que la balanza se vaya inclinando paulatinamente hacia las FRE.

Es un tema transversal a toda la vida económica y social del país, cuyas implicaciones van de la economía al medioambiente y la soberanía energética.