El Centro de Protección e Higiene de las Radiaciones (CPHR) obtuvo resultados satisfactorios en una inspección de salvaguardias realizada a su almacén temporal de desechos radiactivos y fuentes selladas en desuso, por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

El CPHR dispone de una instalación para el almacenamiento de desechos radiactivos y fuentes selladas en desuso que cuenta con una Autorización del Órgano Regulador mediante una Licencia Institucional de Operación.

El servicio de almacenamiento temporal de fuentes radiactivas se brinda a las entidades que no cuentan aún con las facilidades o con la autorización del Órgano Regulador para poseer dichas fuentes.

El 3 de junio se recibió una inspección de salvaguardias del OIEA, en la cual los inspectores tomaron muestras ambientales en la campana radioquímica de la Planta de Tratamiento de Desechos Radiactivos y en el reactor del edificio tecnológico. En la inspección se pudo comprobar el cumplimiento satisfactorio de todos los parámetros.

Tal resultado pone en evidencia la voluntad política del Gobierno cubano de cumplir con todas las obligaciones contraídas como Estado Parte del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y el Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco).

La República de Cuba firmó el 18 de septiembre de 2003 el Acuerdo de Salvaguardias Amplias con el OIEA y el Protocolo Adicional a dicho Acuerdo. Posteriormente, el 27 de mayo del 2004, el Gobierno ratificó dicho Acuerdo de Salvaguardias Amplias y su correspondiente Protocolo Adicional.

Cuba confiere particular importancia a las actividades del OIEA y reitera la necesidad de lograr un adecuado equilibrio entre los tres pilares básicos de esa Organización: Cooperación Técnica, Seguridad y Verificación.

Destacamos el papel del OIEA no solo como garante del uso pacífico de la energía nuclear, sino también como institución promotora y ejecutora de la cooperación internacional en esa rama. En este sentido, reafirmamos el papel del Organismo, de acuerdo con los objetivos y funciones previstos en su Estatuto, en el fomento a la investigación, el desarrollo y la aplicación práctica de la energía atómica con fines pacíficos.

Históricamente Cuba ha sido beneficiada por esta cooperación y exhibe excelentes indicadores de ejecución, así como un eficiente aprovechamiento de los recursos asignados. Estos recursos se han dirigido a los programas prioritarios del país, en sectores como salud humana, agricultura e industria, con un impacto significativo.

Texto: Manuel Fernández Rondón, AENTA
Fotos: Mercedes Salgado, CPHR